Y hoy por fin ha llegado el momento en el que se desvelará el origen de nuestro nombre. Sé que os quitaba el sueño y el hambre de la intriga, pero se acabó la espera.
Ya la hemos usado en varias recetas y vamos a usarla en muchas más. En realidad queríamos haberla hecho antes, pero la espera seguro que para muchos merece la pena, sobre todo si sois picante-adictos como yo. Vale que me bebo el café sin azúcar y me como los limones, pero mi namber wuán de los namber wuanes es el picante.
Hace unas semanas, un comercial de uno de los productos ecológicos que usamos en el campo nos dio un botecito de picante. El chico es mejicano y dice que aquí no encuentra picante de su agrado, así que siempre lleva en el coche, es como tabasco pero de habanero...y para yo notarle el sabor tuve que añadir 3 veces!!! Será porque estará muy diluido en vinagre y bastante tamizado porque supuestamente el habanero es candela... tendré que darle del mío jajaja.
Pimientos hay tantos que nombrarlos a todos no sabe ni Cristobal Colón que fue quien los descubrió al llegar a América y los importó, aunque forman parte de la dieta humana desde varios miles de años A.C. Los llamó pimientos porque daban un sabor parecido a la pimienta, pero también se los conoce como chiles o ajíes. Los picantes son bayas y los hay de muchas formas, colores y sabores. En España al final el nombre de pimiento se ha ido quedando para las variedades no picantes y se nombra a los picantes por su variedad o denominación de origen: jalapeño, habanero, padrón, de la vera, piparra, campanilla, cayena... y así hasta el infinito y más allá.
El picor lo da la capsaicina, que activan los receptores del dolor en la boca y lo detecta como que estamos comiendo algo caliente, aumentando las pulsaciones y la sudoración del cuerpo...y liberando endorfinas. El nivel de picante por tanto se mide en unidades de calor y aunque a la mayoría de mamíferos les resulta desagradable, luego estamos unos cuantos a los que nuestra pequeña adicción nos reporta muchos beneficios saludables: acelera la circulación aliviando cefaleas, acelera el metabolismo ayudando a adelgazar, eleva la temperatura corporal por lo que pasamos menos frío en invierno, favorece la sudoración así que eliminamos más toxinas, en cataplasmas alivia dolores musculares y de artritis, su alto contenido en vitamina C ayuda a asimilar mejor el hierro, es anticancerígeno, antibacteriano, funciona como anestésico que no adormece ni entumece (¿sabíais que es inyectable en las epidurales?)...seguro que si siguen investigando le encuentran más propiedades ocultas que a Rodrigo Rato.
Hacer esta pasta de picante es extremadamente fácil, pero el tiempo variará del nivel de picante que quieras conseguir, porque os tendréis que entretener más en quitar las partes que no vais a utilizar:
Suave: sólo la carne.
Medio: la carne y 2 ó 3 picantes enteros con semillas.
Muerte: la carne con todas las semillas...TODAS.
Como yo soy muy hardcore, en casa sólo hacemos la potente y en cantidades casi industriales, las que os pongo las hacemos un par de veces al año. Seguro que no necesitáis las cantidades que nosotros preparamos, sólo tenéis que dividir las proporciones equitativamente a lo que queráis preparar. Vamos a usar picantes de la variedad cayena y piparra roja en fresco que cultivamos de forma ecológica. Puedes tenerlo en macetas en casa, son muy fáciles de criar y apenas necesitan cuidado, florecen durante la primavera y ahora estamos en tiempo de recolección. Una misma planta dura varios años, pero basta con ir soltando semillas cada primavera y tendrás plantas nuevas cada temporada.
Antes de empezar os advierto: NO os toquéis la cara mientras estáis manipulando los picantes, NO frotaros los ojos, que NO haya NINGÚN contacto con NINGUNA mucosa ni ir al baño sin haberos lavado BIEN antes las manos o usad guantes si tenéis la piel delicada. A partir de aquí es vuestra responsabilidad...todo sea que en urgencias se den unas buenas risas a vuestra costa. Tened en cuenta que es una pasta concentrada, no la comáis directamente, pero si hay algún alma incauta por ahí...tened preparado el antídoto: leche, a sorbitos que debéis mantener el máximo tiempo posible en la boca, os aliviará el picor.
Ingredientes (para aprox. 800g-1kg):
- 1kg. picantes maduros frescos (cualquier variedad)
- 1 vaso de vinagre de manzana
- 3-4 cucharadas soperas de sal
- 1/2 vaso de aceite de oliva
Lavamos bien los picantes y les cortamos el tallo. Los trocearemos un poco. Os recuerdo que si no queréis hacerla tan picante, tendréis que remover las semillas o parte de ellas.
En un recipiente profundo pondremos los picantes troceados con el vinagre y la sal y lo trituraremos todo bien. También puedes usar vinagre de vino blanco o de arroz. Luego añadiremos parte del aceite y reservaremos un poco.
Lo mezcláis bien con una cuchara. Si echarais el aceite a la hora de triturar, emulsionaría un poco y el color pasaría de rojo intenso a algo anaranjado, así que para mantener el color rojo intenso es mejor hacerlo a mano.
Repartiremos la mezcla en varios tarros o en uno sólo, como mejor os venga, y lo cubriremos con el aceite restante. Lo dejaremos reposar en el frigorífico y cada dos o tres días lo destapamos para que libere el gas de la fermentación, lo vuelves a cerrar firmemente y lo agitas. Repetiremos la acción todas las veces necesarias hasta que ya no quede aire en la masa, se asiente la mezcla y el aceite suba todo a la superficie. Si durante el proceso notaras que le sale una costra blanca en la superficie, es que le falta sal...no es necesario quitarla, no tengas miedo y añade una cucharadita de café de sal y mezcla bien. La sal y el vinagre sólo son para ayudar a conservar y evitará que se oxide la mezcla, no aportan sabor realmente. Una vez terminada la fermentación, la capa de aceite ayudará a mantener la humedad que haya quedado y que no se reseque la pasta.
Se conserva mucho tiempo en el frigorífico siempre que se mantenga bien cerrado el bote, la muestra que os presentamos tiene ya más de un año, así que si sois aficionados al picante y no encontráis uno de vuestro agrado en el mercado, os animamos a probar a hacerlo casero. ¿Tenéis amigos a los que les guste? También es un buen regalo si lo repartís en tarritos más pequeños. A las muy malas lo usáis de crema cuando os piquen los mosquitos, que también sirve, o echáis el aceite en un bote de perfume y lo usáis de spray contra ladrones...ése se acuerda bien como le caiga en un ojo xD
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