viernes, 10 de abril de 2015

Chinbbang 찐빵 / Baozi de Anko



¿Qué tal habéis pasado las vacaciones de Semana Santa? Espero que las hayáis disfrutado bien y vengáis a tope de energía, porque hasta las próxima vacaciones aún os queda rato...

En contraste con el tiempo veraniego que hemos disfrutado estos últimos días, esta semana estamos otra vez con los abrigos y apetece comer cosas calentitas y reconfortantes, por éso os traigo una comida que, aunque típica de invierno, aún nos viene de perlas para este tiempo loco.

Hace unos meses ya os enseñamos a hacer la base y un ejemplo de relleno salado, así que ahora toca hacer un ejemplo de relleno dulce, son los Chinbbang 찐빵 o baozi rellenos de anko. En chino creo que se llaman Doushabao - 豆沙包, pero como la masa es la misma para todos, lo importante es que aprendáis a hacer el relleno porque nos servirá para más recetas posteriores.

El anko no es otra cosa que una pasta dulce de judías rojas muy usada en la repostería asiática. ¿Habéis visto alguna vez Doraemon? Los pastelitos preferidos de Doraemon son los dorayaki y están rellenos de anko. También se usa para rellenar los mochi y los pastelitos de luna, como cobertura para los patbingsu, helados y multitud de otras recetas que tenemos preparadas para enseñaros.


También os comentamos anteriormente que es normal encontrarlo en los puestos callejeros de comida por toda Asia en temporada y en supermercados todo el año, pero hacerlos en casa es muy fácil y una excelente alternativa a la bollería industrial. Este tipo de bollos son tan famosos y han quitado tanta hambre que en Corea tienen hasta monumento en un pueblo que se dedica a hacerlos de forma tradicional para comercializarlos.

A lo mejor tenéis suerte y encontráis la pasta ya preparada en tiendas especializadas, pero por si acaso, os explicamos como hacerla desde el principio para que os convirtáis en una auténtica abuelilla coreana o halmoni 머니 experta en bollitos ;)




Ingredientes (para 14 bollos aprox):
La masa ya la explicamos en una receta anterior, para verla pinchad AQUÍ
Relleno de anko:
  • 1-1'2kg judías rojas o azuki (judía de soja roja)
  • 500-800g azúcar 
  • 4 cucharadas de sirope de arroz o de miel
  • Una pizca de sal

Lo primero es preparar la masa y dejarla fermentando mientras preparamos la pasta de anko. Nosotros usaremos la versión vegana de la masa con leche de coco.

Si compráis las judías rojas secas o azuki (en tiendas especializadas), es necesario que las dejéis en remojo desde la noche anterior. Las laváis bien y las ponéis a hervir con abundante agua clara hasta que estén tiernas. Podéis usar cocción tradicional u olla rápida, lo que prefiráis. Una vez cocidas, se escurren bien y se vuelven a colocar en la cacerola a fuego medio bajo, se añade una pizca de sal, el azúcar y se remueve hasta que se amalgame todo bien. Las judías empezarán a deshacerse y a espesar hasta formar la pasta. Tenéis que controlar que el fuego sea medio bajo en todo momento para que no se queme y no dejar de mover



Si quieres acelerar el proceso, puedes usar judías rojas precocidas, que son las que vamos a usar nosotras esta vez y se pueden encontrar en cualquier supermercado. Se escurren bien y se enjuagan del líquido que traen hasta que queden completamente limpias. Las pondremos en una cacerola antiadherente y en este caso sólo añadiremos el azúcar porque ya traen la sal.  

Puedes usar el tipo de azúcar que más te guste o su equivalente en fructosa o edulcorante apto para cocinar que prefieras. Las cantidades pueden variar dependiendo de vuestro gusto, pero se trata básicamente de hacer entre una mermelada y una confitura de judías. 

La pasta estará terminada cuando haya espesado y tenga una textura similar a la nutella o al paté. En este momento las judías estarán bastante desechas pero aún habrá trocitos, que es lo ideal. Si lo prefieres puedes triturar todo con batidora eléctrica hasta conseguir una pasta más fina. Para finalizar y darle un toque algo más brillante, aunque no es obligatorio, añadiremos el sirope de arroz (si eres vegano) o la miel (si no eres alérgico), y removemos bien. Dejamos enfriar la masa completamente antes de usar, quedará más compacta.



Cuando la masa haya fermentado por última vez, separamos la masa en bolitas iguales y las aplastamos ligeramente, os recuerdo que las instrucciones las tenéis aquí. Repartimos una buena cucharada de anko por cada pieza y las cerramos en forma de bolsa. Lo dejaremos reposar mientras ponermos el agua a hervir.




Para cocinarlo vamos a hacerlo al vapor, que es lo más sano y más fácil para conservar en el congelador los que te sobren. Necesitarás papel parafinado, el vegetal para hornear, o los moldes para las magdalenas, que son los que yo tenía a mano, así evitarás que se peguen. Puedes hacerlo en cualquier hervidor, no tiene por qué ser de bambú evidentemente. El tiempo de cocción una vez ha empezado a hervir el agua es de 15 min aprox. Si usas el hervidor de microondas son unos 4-5min. a 900.

Lo ideal es consumirlos calentitos, pero cuidado si están recién hechos...¡queman tela! Puedes conservarlos varios días en el frigorífico, en recipiente cerrado envueltos en un trapo húmedo para que no se endurezca, y luego sólo calentar en el microondas con el trapo húmedo por encima.

También puedes congelarlos individualmente, bien envueltos con papel film, para disfrutar después en el momento que quieras. También vienen bien para llevar a excursiones aunque no estén calientes, te proporcionarán mucha energía y son infinitamente más sanos que cualquier bollería industrial que puedas encontrar en el mercado. Son ideales para cualquier momento del día que te apetezca algo dulce.

La pasta también se puede conservar sola como si fuera una mermelada más: puedes ponerla en botes al baño maría y guardarla para rellenar pasteles (¡de vicio con hojaldre oye!), para las tostadas o lo que prefieras...sola o mezclada a partes iguales con nata montada. Anímate a probarlo como alternativa al chocolate.


¡Hasta la próxima!



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