Se nota que es época de rebajas...y que como seguimos en crisis, la rebaja no está en los centros comerciales, sino en los ambulatorios y hospitales: resfriados, gripes y virus a 2x1...está todo plagado, en casa hemos caído todos sin falta...bueno menos mi pez. Así que para intentar paliar un poco los síntomas del resfriado común, hoy os traemos una bebida con algo de magia.
Es muy sencilla, sólo necesitas dos ingredientes a partes iguales y a cada cual con más propiedades. La receta no es española...y diréis: ya está la china ésta pesada de los coj**** y yo diré: que no es china, que es core...bueno, da igual, si total ya estoy acostumbrada, 생강 - saenggang es jengibre y 차 - cha es té.
El jengibre tiene tantos principios activos que si me pusiera a copiarlos aquí os aburríais o me daban el título de farmacéutica del tirón, aunque sólo fuera por la voluntad. Os dejo una imagen con un pequeño resumen de las propiedades...y para todo lo demás ya sabéis que lo que no esté en Google no existe.
El jengibre tiene tantos principios activos que si me pusiera a copiarlos aquí os aburríais o me daban el título de farmacéutica del tirón, aunque sólo fuera por la voluntad. Os dejo una imagen con un pequeño resumen de las propiedades...y para todo lo demás ya sabéis que lo que no esté en Google no existe.
El jengibre siempre ha sido ampliamente usado en medicina por todas las civilizaciones al rededor del mundo desde tiempos inmemoriales y más tarde también adquirió su valor culinario. En muchas zonas crece de manera espontanea como hierva salvaje y en otras zonas se cultiva, lo único que necesita es un clima más bien tropical y que no le falte agua. Es tan fácil que hasta puedes criarlo en una maceta en casa, yo tengo dos. Gracias al clima subtropical que tenemos en la zona de la Axarquía podéis probar un montón de cultivos en vuestro huerto urbano ecológico. Es una planta bastante fuerte que no le afectan plagas, sólo tenéis que regarlas como cualquier otra planta y usar una tierra rica en sustratos para que crezcan bien gorditos. En invierno pierden las hojas, pero no os preocupéis que la planta no ha muerto, está dormidita, en cuanto vuelva la calor las yemas volverán a brotar y tienen un aspecto tal que así:
Las hojas tienen un aroma a cítrico si las tocas e incluso puede llegar a florecer, aunque la parte de la planta que se usa es sólo el rizoma de la raíz. Basta con desenterrar y cortar el trozo que desees en cada momento. Si no quieres dejarlo en la maceta durante el invierno, puedes sacarlos y guardarlos en un lugar oscuro hasta que empiecen a brotar de nuevo. Para multiplicarlo basta con separar las yemas, igual que las patatas: de cada yema nacerá una nueva planta completa.
Si no te atrae la idea del autocultivo, también lo puedes encontrar en supermercados y fruterías de muchas formas: fresco, seco, en polvo, granulado,... Incluso en farmacias, en cápsulas listas para tomar.
En cocina se usa tanto en recetas saladas como en dulces, en especial en repostería.¿Lo habéis probado escarchado? Está de muerte, os enseñaré un día. Su sabor es fuerte, tirando a cítrico y dulzón ligeramente picante porque tiene un componente similar a la capsaicina de las guindillas, es el gingerol. ¿Habéis comido algún chicle mentolado fuerte últimamente? leed los ingredientes porque lo mismo lleva gingerol. Uno de mis aliños favoritos para comidas saladas es ajo y jengibre triturados a partes iguales macerados en aceite de oliva...viene bien para todo!! Además, os digo que mientras más fresco menos pica, avisados quedáis.
Como curiosidad os diré que en Inglés, al jengibre y a los pelirrojos les llamamos igual, ginger. Supongo que por lo exótico del sabor del jengibre y porque los pelirrojos tampoco son comunes. Es más, cada 12 de Enero se celebra mundialmente el ''kiss a ginger day" y los pelirros reciben cariñitos. Cuando digo mundialmente es evidente que España no entra, ésto es un planeta a parte...pero como yo ya no sé ni qué idioma hablo, habiendo fiesta me encontráis casi seguro jijiji
Nuestro otro ingrediente es la miel, y para mi es el rey de todos los ingredientes en la cocina. Tan importante es que en las civilizaciones originarias se consideraba un producto sagrado. Las propiedades que tiene son inumerables y conocidas por todos, pero en especial para esta receta nos interesa su poder desinfectante, expectorante y calmante para la tos. ¿Sabéis que es el único alimento que no caduca? no se enmohece, no se corroe, no pierde propiedades, ... puedes encontrar un ánfora enterrada de hace un siglo y aún así sería comestible, como una piedra porque se habrá cristralizado, pero comestible. La facilidad para el cristalizado depende de la variedad botánica de la planta de la que las abejitas se hayan enamorado o pillen más a mano, también influirá en el color y las propiedades de la miel resultante.
En nuestra parcela ecológica tenemos varias colmenas, son indispensables para la polinización y que tengamos una buena cosecha cada año, lo que también conlleva que tengamos suministro de buena miel gran parte del año, y digo parte, porque consumimos tanta en casa que la otra parte hay que comprarla, hay que dejar al menos la mitad de los panales en las colmenas para garantizar que las abejas sigan teniendo alimento. La apicultura es todo un arte y mi padre aprende un poco más cada día...a ver si se acaba haciendo apicultor de verdad jajja de vez en cuando viene con alguna picadura, por lo menos no sufrirá de artritis ni reuma.
Recuerdo una vez que fuimos por la noche para mover una colmena de sitio, íbamos mi padre, mi madre y yo porque llena pesa un quintal...y no había protección para todos porque normalmente lo hace mi padre solo, además yo era la que tenía que sujetar el foco desde cierta distancia y teníamos que meterla en mi coche porque el maletero era más grande y no cabía en los demás...imaginad las pobres abejitas: dos desconocidos con capucha merodean a horas intempestivas por tu casa y una pipiola sin protección empuña un foco halógeno que alumbra más que la señal del Scandalo... un show la que lié, pero salí sana y salva. Os explicaría por qué sólo se pueden mover por la noche y un montón de cosas más, el mundo de las abejas me encanta, pero habrá quien se aburra. ¿Sabíais que tienen su propio lenguaje de signos? con lo que me gusta aprender diferentes idiomas si pudiera también lo aprendería, pero si alguien me ve haciendo bailecitos delante de la colmena del tipo: si tiras para el sur 23º hay unas flores super sexys que te hacen ojitos y a 48º al oeste hay un naranjo lleno de azahar que lo flipas, vamonos de guateque...lo mismo me ponen doble camisa de fuerza y me encierran en una habitación acolchada con 14 candados.
Afortunadamente, a apenas media hora tenemos uno de los mayores productores apícolas de la provincia de Málaga, El Colmenar. No dejéis de visitarlo si estáis cerca para haceros con la mejor miel, incluso tienen un museo, aunque hay muchos comercios y grandes superficies que ya se abastecen de miel de El Colmenar, buscad el distintivo, es garantía de calidad.
Con la miel lo que pasa es que tenemos un problema...y es que hay personas alérgicas, es más, una amiga mía lo es. La reacción que produce no es moco de pavo, te da un chungo que te mueres antes de llegar al hospital...y aunque llegues te mueres igualmente porque en urgencias tardan en atenderte tres días, con los recortes en sanidad se alarga a cinco o seis. Así que si tú tampoco puedes consumirla, puedes sustituirla en ésta o en cualquier otra receta por azúcar moreno, no tendrá las mismas propiedades evidentemente, pero servirá de conservante y endulzante igualmente.
¿Qué pasa si no te gusta el jengibre ni puedes tomar miel? pues que te mueres de la pulmonía o te atiborras de medicinas de laboratorio, que en la mayoría de los casos perjudica más de lo que beneficia, jamás leáis las contraindicaciones de ningún prospecto...consejo de amiga. Pero si realmente te gusta el sabor, no sólo es uno de los mejores remedios caseros para paliar los efectos de los resfriados comunes, sino que también es una buena infusión para cualquier momento que te apetezca, ¿os animáis?
Dificultad: para bebés
Tiempo: 0,2"
Ingredientes:
- Jengibre fresco
- Miel de abejas (si eres alérgico ya sabes, azúcar moreno)
- Opcional: piñones
Las cantidades son proporcionales al 50%. Puedes buscar uno o varios tarros del tamaño que más apropiados te parezcan, pero si no lo has probado nunca, mejor empieza con uno pequeño, mejor si son de cristal. Los esterilizaremos con un poco de vodka y agitando bien con la tapa puesta, que no quede resquicio sin desinfectar, o al baño maría de forma tradicional.
Limpiamos el jengibre y lo pelamos raspando sin hacer demasiada fuerza con ayuda de una cuchara. Es la forma más sencilla, verás que la piel sale muy fácilmente, pero puedes usar un pelador si lo prefieres.
Una vez limpio, hay varias maneras de prepararlo, pero difieren a la hora de servirlo. La manera tradicional consiste en cortar el jengibre a rodajitas muy finas y dejarlo macerando en la miel.
Para prepararlo, tienes que hervir 3 ó 4 cucharadas de la mezcla por cada taza de agua durante 10min. y se sirve colado, sólo el líquido. Ésto hará que salgan bien todos los jugos del jengibre, pero la miel pierde propiedades si se sobrecalienta, por éso prefiero la segunda forma.
La forma más rápida y que mejor conserva todas las propiedades de los ingredientes es triturando el jengibre. Puedes usar la batidora de mano, procesador eléctrico, un rallador o un simple triturador de ajos. Mezclamos bien el batido con la miel y listo. La proporción es a gusto, yo pongo unas dos cucharadas soperas en cada taza y añado agua hirviendo directamente. En ésta segunda opción hay pulpa (con fibra muy beneficiosa para nuestro organismo y que a mí me encanta), pero si no os gusta, podéis dejar que se asiente o colarlo a otra taza después de dejarlo reposar unos minutos, que desprenda todas sus propiedades.
Para servir, sea de la forma que sea, puedes añadir unos piñones, le dan muy buen sabor. Es totalmente opcional, más teniendo en cuenta el precio de mercado que tienen y la época que vivimos.
Se conserva en la nevera durante meses e incluso un año sin problema, la miel (o el azúcar) harán de conservantes. En todo caso, si pasa mucho mucho tiempo, puedes notar que la miel se cristalice un poco, pero no pasa nada, en cuanto se caliente volverá a su forma original.
¿Tienes algún amig@ resfriadill@? Obséquiale con un tarro, remedio casero y natural. ¿Te ha quedado mucho (o un poquito) del invierno y no quieres guardarlo para la siguiente temporada? No hay problema, prepara un estupendo té helado de jengibre para este verano: añade agua fría y hielo a gogó...incluso unas rodajas de limón si te pilla contento, no probarás bebida más refrescante ni reconfortante para esos días de terral malagueño en las que se derriten hasta las suelas de los zapatos.
Nos vemos la próxima semana con otra receta, ¿qué será...será? ;)
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