jueves, 11 de septiembre de 2014

Encurtido de Pepino


Y otra de pepinos...porque seguimos en temporada, porque hay que guardar para el invierno, porque de lo que se come se cría (niños...para mañana es tarde) y porque estaban mu baraticos en el mercadona esta semana oye...si te gusta bien y si no también.

Por nuestra zona hay mucha costumbre de aliñar aceitunas, pero no tenemos tanta de hacer otro tipo de encurtidos, así que hoy será una muy sencilla con la que podéis estrenaros como encurtidores profesionales. Es una receta ultra fácil, muy cuca para los aperitivos si tenéis visita, para hacer un regalo original si vais de invitados a otra casa o simplemente para disfrutar durante el invierno de las verduras que aún nos ofrecen las calores de este verano.
De las propiedades beneficiosas del pepino, primo hermano del señor melón,  ya hablamos en post anteriores, pero puedes revisarlas aquí. Para esta receta vamos a usar la variedad tradicional que encontramos en las tiendas de la zona, pero también puedes usar el que encuentres. Desafortunadamente aquí no se cultiva el pequeño o por lo menos yo no conozco a nadie que lo haga, si alguien tiene más información al respecto que me mande chivatazo.




Ingredientes:
  • 1 pepino (el tamaño es la largura aproximada de una mano humana media, la del turco Sultan Kosen no vale, no por discriminar... es que si no te va a faltar bote)
  • 1 cucharadita de café de sal
  • 1 cucharadita de café de azúcar
  • Granos de pimienta
  • Granos de coriandro (semillas de cilantro)
  • 1 cucharada sopera de cebolla picada
  • Guindilla opcional
  • Agua mineral
  • vinagre de manzana

Las cantidades que pongo son para llenar un bote de aprox. 250cc. o lo que viene siendo un tarro de mermelada vacío vaya. Os recomiendo que busquéis botes de cristal preferentemente porque ayudarán a preservarlos mejor. Una vez halláis probado y si os gusta el resultado, para hacer más cantidad sólo hay que multiplicar las cantidades.



Sólo tenemos que lavar el pepino, desechar la parte amarga y cortarlos en rodajas. No es necesario pelarlos, pero puedes hacer dibujos rallados en la piel si quieres adornarlos. Si eres de los que se te repite el pepino, te aviso que es por las semillas, la capa de proteína que la protege hace muy difícil su digestión. Si decides deshacerte de las semillas, cortas el pepino por su mitad longitudinal y con ayuda de una cucharilla podrás quitarlas en 2", pero para encurtirlo entonces, en vez de a rodajas lo cortaremos a bastones del tamaño de un dedo meñique aproximadamente, que sea fácil cogerlos a la hora de consumirlos.



Cuando tengamos el pepino ya limpio y cortado como nos salga del alma, rellenaremos el bote de cristal dejando un dedo libre hasta el tope, es el hueco donde nos tienen que entrar el resto de los ingredientes. Echaremos la sal y el azúcar a partes iguales, la cebolla muy picadita, los granos de pimienta, los granos de coriandro y unas rodajas de cayenas si os gusta el toque picante. Pimientas podéis usar las que queráis, yo he puesto pimienta de guinea que me regalaron, pero el premix de negra/blanca/verde/rosa también le viene bien. El coriandro suelto no es demasiado fácil de encontrar por aquí (aunque el premix de especias para caracoles del mercadona lo incluye) pero en la herboristería no deberíais tener problemas, si no se puede obviar. Me gusta porque le da un sabor algo cítrico bastante interesante. También se puede usar semillas de mostaza o la especia que más os guste.




Ya solo queda rellenar a partes iguales de agua y vinagre de manzana el bote, hasta rebosar. Se cierra bien, se agita y se vuelve a abrir para comprobar que todo queda bien cubierto, si faltara líquido se vuelve a rellenar hasta el tope. Se guarda refrigerado y se deja reposar un par de meses antes de servir, aunque podéis ir probando la textura hasta conseguir la que más os guste de crujiente y de ácido.  La muestra servida en la foto tiene ya un año, la hice con pepinos de agricultura ecológica de nuestro huerto...como veis no hacen falta potingues ni polvoretes para conseguir una conservación perfecta con ingredientes totalmente naturales.




Espero que os animéis, no sólo para probar en casa si sois aficionados a los encurtidos, sino para hacer un regalo económico y original...os lo agradecerán. Enviadnos vuestras fotos, no seáis vergonzosos.


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