domingo, 11 de diciembre de 2016

Cocina de batata


X-Mast is comming, esa fiesta anual e impepinable que a todo el mundo gusta...menos a mí (inserte aquí suspiro de resignación). Lo único bueno que tiene es la comida y éso no lo puede negar nadie, por lo demás casi todo son gastos innecesarios.

Para esta receta vamos a usar la batería de cocina cortesía de Vitrinor-Magefesa. Si necesitas renovar tu batería o quieres hacer un buen regalo, no lo dudes, son de muy buena calidad, hechas en España y con certificado de garantía. Esta vez vamos a usar la olla de serie Praga: es esmaltada vitrificada, antiadherente y de alto rendimiento energético.


Aunque la receta de hoy es un postre muy muy antiguo y económico, puede ser tan chic como para presentarlo de postre en las comidas claves de estas fiestas. Esta comida nunca la he visto comercializada y sólo una vez la encontré en un restaurante fuera de carta...fue una absoluta decepción, así que os vamos a enseñar la auténtica que mi abuela ya cocinaba.


El ingrediente principal es la batata, son muy fáciles de encontrar en la mayor parte del mundo y sobre todo ahora que estamos en temporada. A mi abuela le encantaban cocinadas de todas las formas y era uno de los cultivos recurrentes de nuestro campo. Recuerdo perfectamente ir saltando de hilo en hilo cuando tocaba riego e ir escarbando para recolectarlas. El otro ingrediente indispensable es la miel de caña, que es el último producto que se consigue después de sacar todo el azúcar posible de la cañaduz. Mi abuelo también las cultivó durante muchos años, pero ya se han perdido de nuestra zona y el único ingenio activo en Europa es el de Frigiliana. De pequeñas, la becaria y yo en vez de comer gominolas y cascarrias, mi abuelo nos pelaba las cañas y las íbamos mascando hasta sacar todo el jugo trocito a trocito...una delicia que se ha perdido y que mi hermana chica ni siquiera ha probado aún en su forma original.

¿Preparados para descubrir este pequeño tesoro?


Tiempo: 15-20min.
Ingredientes:
  • 500g de batata
  • 1cda azúcar moreno
  • 1 vaso de miel de caña
  • 1 vaso de agua
  • 1 rama canela
  • 2 cdta matalahúva/anís
  • 1-2 clavos de olor


Pelaremos las batatas y las cortamos a daditos. En la receta original van cortadas a trozos más grandes, pero así tarda menos en cocinarse y queda más bonito a la hora de presentar para una una fiesta.


En una una olla profunda y antiadherente vamos a poner todos los ingredientes a la vez. Las batatas, la rama de canela, un par de clavos de olor, una cucharada de azúcar moreno colmada (también sirve blanca), la melaza, el agua y las semillas de anís.





Anís anís sólo hay uno, es al que en Andalucía llamamos matalahúva y se cultiva en toda la cuenca Mediterránea. La forma de las semillas es un poco más redonda que las de comino, pero son fácilmente confundibles si no entiendes mucho, pruébalas antes de usar si no te fías, el aroma es completamente distinto. Luego está en anís estrellado, que es de China y de un aroma muy parecido aunque las plantas no están emparentadas. Hay otro anís estrellado de Japón que es venenoso. El estrellado se suele usar como sustituto más barato de la matalahúva en repostería y para licores por el aroma, pero no sirve para las infusiones medicinales. Puedes usar el que prefieras o el que tengas más a mano, yo prefiero el original porque cuando lo masticas son pequeñas explosiones de sabor. Lo que sí tienes que tener mucho cuidado en no morder es el clavo de olor...advertidos quedáis.



Pondremos la olla a fuego medio hasta que la batata esté tierna sin deshacerse, el tiempo dependerá de los grande que las hayas cortado.


Lo ideal es servirlas frías, puedes prepararlas con varios días de antelación, no hay problema porque se conservan muy bien en el frigo con su juguito. También puedes servirlas templadas con tu helado favorito...como estamos en Navidad, nosotras lo pondremos con helado de Turrón.



Las batatas cocinadas así puedes usarlas como base para más recetas que te iremos enseñando. Como truco os diremos que la carne escurrida y triturada puedes usarla de sustituto del anko en los baozi y luego añadir el almíbar frío por encima cuando lo partas recién hecho y humeante.

Esperemos que este postre de abuela te guste tanto como a nosotras y lo practique para que no se pierda nunca.

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